Una limpieza diaria minuciosa pero suave, y un buen cuidado hidratante ayudarán a mantener la piel saludable.
Los productos de calidad para el cuidado de la piel, seleccionados de acuerdo con su tipo de piel y con el problema cutáneo específico, pueden proteger la piel del rostro de las influencias externas nocivas tales como el sol, los climas calientes y fríos y la contaminación del aire.
También pueden ayudar a aliviar la piel irritada, a restaurarla a un estado saludable y a prevenir el desarrollo de enfermedades cutáneas.
¿Necesitas algunas recomendaciones? Nosotros te las damos.
- Protégete del sol
Una de las formas más importantes para cuidar la piel es protegerla del sol. Una vida de exposición al sol puede provocar arrugas, manchas de la edad y otros problemas de la piel, así como un aumento del riesgo de cáncer de piel.
Recomendación: Protector Solar Nivea.
- Trata tu piel con suavidad
La limpieza y el afeitado diarios pueden perjudicar tu piel. Para tratarla con suavidad:
Limita la duración del baño. El agua caliente y las duchas o baños prolongados eliminan los aceites naturales de la piel. Limita la duración del baño o de la ducha y usa agua tibia en lugar de agua caliente.
Evita los jabones fuertes. Los jabones y detergentes fuertes pueden eliminar los aceites naturales de la piel. En su lugar, usa limpiadores suaves.
Recomendación: Jabón de Piel Dove.
- Controla el estrés
Cuando el estrés está fuera de control, la piel puede volverse más sensible y se pueden desencadenar brotes de acné y otros problemas cutáneos. Para fomentar una piel sana, y un estado de ánimo sano, toma medidas para controlar el estrés. Duerme lo suficiente, fija límites razonables, recorta tu lista de tareas pendientes y encuentra tiempo para hacer las cosas que disfrutas. Los resultados podrían ser más significativos de lo que esperas.